Esta misión fue dada a los discípulos una vez resucitado Jesús y les dejo claro que ellos contarían con su apoyo, además, les explico que contarían con un refuerzo adicional. Justo antes de ascender al cielo, prometió enviarles espíritu santo y darles así las fuerzas necesarias para ser sus testigos "hasta la parte más distante de la tierra" (Hech. 1:18).
Es por ello que tanto en el pasado como en presente se está cumpliendo esta misión, salvar vidas y efectuándola con eficacia.